Título: Colmado Sánchez
Idioma: Castellano
Autor: Clara Soriano
Editorial: ¡Caramba! / Astiberri
Publicación: Noviembre de 2013
Formato de publicación: Fanzine
Tiempo estimado de lectura: 1/2h
Género: Cómic. Comedia, costumbrismo, realismo
Puntuación: 5/10
Sinopsis: Conocemos a algunos de los clientes del Colmado Sánchez, tienda de barrio.
Lo mejor: La sencillez con la que transmite las historias.
Lo peor: Es demasiado breve.
Elegí Colmado Sánchez, de Clara Soriano, porque me apetecía leer algo ligero después de haberme leído libros bastante densos. Lo encontré en la estantería de la biblioteca del barrio, y reunía las tres condiciones que quería que tuviera mi siguiente lectura: brevedad, esparcimiento y diversión. Y, sin duda, cumplió con su cometido.
La historia del tebeo es un día normal en el Colmado Sánchez. Leerlo ha sido como bajar al colmado que está a un par de calles de mi casa: abajo, no es una única dependienta, sino que son dos mujeres mayores que te pueden vender prácticamente de todo, desde sábanas hasta golosinas, y cuya clientela varía desde las personas que llevan más de medio siglo caminando estas calles hasta los recién llegados.
Los personajes son retratados con humor y cariño. Vemos varias historias: la de una jubilada aburrida que no tiene otra cosa que hacer que esperar a que abra la tienda a primera hora, unos niños de barrio, una madre sobreprotectora y su hijo rebelde, un marido un poco calzonazos y un señor muy mayor y adorable con una necesidad muy especial. Las historias logran sacar alguna sonrisilla, los diálogos y las ilustraciones dan pie a ello: las situaciones bordean un ridículo que todos, más o menos, hemos pasado o hemos visto de cerca.
Este cómic destaca por su brevedad. Ser tan corto es a la vez una ventaja y un inconveniente: la autora nos invita a sentarnos en la tienda sin hacer mucho ruido para no molestar, vemos a algunos clientes, y no vamos más allá del voyeurismo simpático. Sin embargo, al ser tan corto da la sensación de que se trata de unas cuantas tiras cómicas enganchadas, como si las hubiéramos arrancado de cuatro ediciones de El Jueves y las hubiéramos agrupado bajo el único pretexto de «un día en el Colmado Sánchez».
Está bien para pasar un rato, para pasear por el barrio sin bajar de casa o salir de la biblioteca. Así, sin más.