Título: Los invitados de la princesa
Publicación: 2012
Temática: Variada o nula (según se mire).
Páginas: 329
Autor: Fernando Savater
Puntuación: 0/10
Sinopsis: La presidenta de Santa Clara, conocida como la Princesa, quiere convertir su pequeña república isleña en referencia cultural del mundo. Para ello convoca a escritores y artistas para celebrar un magno Festín de la Cultura. Sin embargo, un inoportuno volcán interfiere en sus planes y su nube de cenizas dificulta mucho las cosas.
Tenemos ante nosotros, señoras y señores, una novela que ha ganado el premio primavera de novela 2012. Escrita por un autor consagrado, Fernando Savater. Supongo que este último hecho justifica a la perfección el primero, pero, en fin, ¿quién soy yo para afirmar, o si quiera, dejar caer, semejante cosa? Una vez, demostrado que en cuatro líneas se puede decir mucho, y también, muy poco. Vamos con el libro: los invitados de la princesa.
Como ya he dicho, yo no soy nadie para dejar caer que el tongo, o el favoritismo que te proporciona ser de la élite ecónomica del país ofrece ventajas, tales como ganar un premio que otorga 200.000 euros a su ganador. No, nadie, por eso, me voy a apoyar en un libro, en una guía más bien, títulada: Cómo no escribir una novela de Howard Mittelmark y Sandra Newman.
Empezaré con la narrativa del autor. Sigue la dinámica descrita en algunos de los capítulos de la guía sobre cómo no escribir una novela. Concretamente los títulados: La ponencia del simposio; Yo, Maese Carlomagno habré a todas vuesas seórías a trasmano; La marioneta mimética; La mismicidad autoconsciente y Una escórpora anfractuosa. ¿De qué hablan estos capítulos? Sobre la pomposidad de vocabulario, Fernando Savater quiere dejarnos claro en cada una de las páginas que es un hombre leído, así que aprovecha la novela para enumerarnos palabras y palabras de complejidad relativa, pero que quedan de señor culto e intelectual, vaya que se pasa con la erudición. Además, no maneja bien el lenguaje de la época, no olvidemos que el libro está ambientado en el siglo XXI y este señor habla como si fuera un filósofo de la época griega.
Con respecto al ritmo de los acontecimientos, ojalá hubiera un ritmo. No lo hay. Xabi Mendia, un periodista que trabaja en un periódico vasco, se marcha a una isla a cubrir un evento cultural que ha organizado la presidenta de Santa Clara y se queda ahí tirado durante unos días porque las cenizas de un volcán impiden los vuelos de ida y de vuelta. Con esa excusa, conoce a diferentes personajes que, le explican infinidad de anécdotas que, no vienen al caso y fin de la novela. En definitiva, el libro es una recopilación de cuentos explicados por algunos de los personajes que se hospedan en el hotel y de los cuales no sabemos nada más que las anécdotas que explican en forma de monólogo. En este sentido el autor cumple los requisitos para no ser publicado, según el libro de Mittelmark y de Newman, yo no soy nadie, NADIE, para decir tal cosa.
Tengo en mente los capítulos: Hola, debo irme; Una multitud sin rostro y La democracia. Porque el manejo de los tiempos es completamente surrealista, lo único que sostiene el marco temporal es el título de los capítulos que son el día de la semana. Los personajes, todos secundarios excepto el protagonista, del que apenas tenemos información, aparecen y desaparecen capítulo tras capítulo. Una vez nos han contado la aventurita, ¡chás!, desaparecen. Por no mencionar la forma en la que hablan, todos exactamente igual que el narrador omnisciente, por tener no tienen ni voz. Y la democracia… ¡ay, la democracia! Aquí todo el mundo dice su opinión, los cuentos son la excusa perfecta para hablar de ideas políticas, religiosas, del modernismo, de autores, de cualquier tema que le interese al autor.
Y esto, enlaza con el último capítulo que quiero mencionar, el titulado Yoísmo total, porque sí, la novela es autohagiográfica. Savater, si quería usted mostrarnos sus pensamientos sobre la vida, hubiera escrito un libro de filosofía escrito: yo mismo y mis ideas. Así por lo menos, no hubieramos sido engañados, porque novela, lo que se dice novela, esto no es. Y no lo digo yo, lo dicen los especialistas.