Título: Las abuelas dan el golpe
Publicación:  2014
Temática: Humor- crítico social
Páginas: 44
Autora:  Raquel Franco
Ilustradora: Cristina Bueno
Puntuación: 6

Sinopsis: Una soleada mañana de agosto cuatro ancianas se presentan en una pequeña sucursal de Banco Roses a la voz de «¡Manos arriba! Esto es un atraco. »

Las abuelas dan el golpe ha sido una lectura escogida. No ha sido como aquellos libros que se topan delante de mí en la biblioteca, en este caso, yo andaba buscando alguna novela gráfica que me hiciera reír. Y la encontré. Así que la he cogido con unas ganas especiales, y la he leído del tirón, en menos de veinte minutos. Y casi me apetece, volverla a coger y releer, y pararme en las ilustraciones y disfrutar un poquito más de esta loca aventura.

Las abuelas dan el golpe trata de un grupo de amigas de la tercera edad, que quedan una mañana, justo para eso: dar el golpe, en un banco.  ¿Qué puede mover a cuatro mujeres mayores a actuar así? ¿Cuál es el motivo que las incita a realizar ese acto bandálico, a su edad?

Durante la novela, lo descubrimos, a través de flashbacks que vienen introducidos con la ayuda de una periodista, que va anunciando, o presentando, a las atracadoras del banco. La perspectiva de los medios de comunicación está algo distorsionada de la realidad, la exageración y el morbo son los protagonistas. Situación que podemos contrastar con pequeñas escenas del pasado de cada uno de los personajes.

Las ilustraciones son tan divertidas y coloridas como demanda la trama. El punto de humor aparece incluso en aquellos momentos donde parece que va a haber una dosis de sentimentalismo, o drama; de manera que los temas delicados se aligeran, se suavizan.

Es una obra entretenida, rápida de leer; que provoca alguna que otra sonrisilla y hace reflexionar sobre la amistad, la soledad de la vejez, la decrepitud y sobre las maneras que tiene el gobierno de tratar estos temas tan complejos en España.

Problemas que le he encontrado: el tema, y los personajes, que no son para nada simples, quedan esbozados. No se saca tajada, no se profundiza en aspectos que dan muchísimo más de sí. Se podría haber hecho una novela gráfica, igual de divertida, con un poco más de psicología de personaje, dado que tras lectura, los hemos conocido de vista y de manera, un poco superficial, la situación que justifica, de alguna manera, sus hechos.