Título: Historia de una flor
Idioma: Castellano
Autor: Claudia Casanova
Editorial: Ediciones B
Publicación: Enero de 2019
Formato de publicación: Tapa dura / eBook (leído)
Tiempo estimado de lectura: 2h
Género: Novela. Romántica, histórica, botánica
Puntuación: 2/10
Sinopsis: Alba tiene como ilusión estudiar botánica, pero primero la época en la que vive y después su padre le pondrán trabas para conseguir su sueño.
Lo mejor: El conocimiento que se demuestra de botánica.
Lo peor: El oportunismo de la autora al asociar esta historia cursi y simplona con el auge del feminismo y la reivindicación de las mujeres científicas.
Vivimos gracias a las plantas. Muchas no las comemos, otras nos sirven de elementos decorativos, y la inmensa mayoría de ellas producen el oxígeno que nos alimenta. En el caso que nos ocupa, Historia de una flor (2019), publicado por Ediciones B y escrito por Claudia Casanova, encontramos un símil al vegetal.
Este libro cuenta la historia de Alba, una chica joven que sueña con ser botánica. La acompañan su hermana, su madre, su padre, un par de enamorados y las plantas de la sierra de Albarracín. La historia quiere ser romántica, sutil y delicada como una flor. Sin embargo, lo que encontramos es una historia cursi, simplona, sin gracia, como un poco de musgo.
Los personajes son a cada cual más plano. La trama propone unos pocos conflictos que pueden pueden poner en apuros a la protagonista y que se van resolviendo solos, sin que ella no haga nada más. Las relaciones entre los personajes son también planas, en capítulos cortos, y que buscan más el estereotipo, la postal decimonónica, que una reivindicación de la mujer científica que nos quiere vender la autora. De eso nada: aquí hay una fantasía de una chica que se excita ante el señor mayor alemán que sabe de plantas y aprovecha la más mínima oportunidad para meter el churrete sin importarle nada más, un señor muy rico que se deja engatusar como si fuera el tonto de la comarca, un estafador que huele a kilómetros, un cura abierto de mente y una madre que se muere de un susto.
El libro ya apuntaba maneras y no esperaba gran cosa de él. Ya me olía que, por la portada y la descripción, tiraba más por lo cursi en lugar de buscar otro tipo de sutileza que sí implica un esfuerzo por parte del autor, un talento y un oficio que no he podido ver en este libro. Lo saqué de la biblioteca para tener una lectura ligera en el confinamiento, sutil como prometía, buscando quizá un poco de chica, un detalle, la gracia de las pequeñas cosas. En cambio siento que me han engañado. Menos mal que se lee rápido, solo dos horitas, porque si no creo que lo habría tenido que dejar de lado para leer cualquier otra cosa.