Título: Cómica
Publicación: 2019, Editorial Caballo de Troya
Temática: Comedia dramática / Humor
Páginas: 256
Autora: Abella Cienfuegos
Puntuación: 3,5 /10
Sinopsis: Nora es guionista de un célebre late night show en Nueva York y en los últimos veinte años apenas ha vuelto a su casa familiar en España. Sin embargo, al conocer la noticia de la muerte de su madre, su mundo da un vuelco y el regreso al lugar que la vio crecer se vuelve insoslayable.
Después de escribir esta reseña me voy directa a la lista negra de jóvenes del siglo XXI. En esa lista estamos escritos todos y cada uno de los jóvenes que pertenecemos a esa minoria a la que los libros «posmodernos» nos parecen paja mental y no una maravilla poética y transgresora. Supongo que después de esto, debería coger mi bata de corazones, unos rulos y una manzanilla e irme directa a la cama. O coger mi par de ovarios y reivindicar a grito pelado mi derecho a seguir teniendo 22 primaveras y un gusto diferente: no me ha gustado el libro.
Cómica es un libro con buenas críticas, la mayoría giran entorno a la idea de que la autora se atreve a dar una visión distinta del duelo y teñirlo de humor y picardia. De hecho, en Goodreads, podemos leer cosas como: Magistral; una vuelta de tuerca al género literario del duelo; una carta de amor a la comedia; sutil. Voy a empezar por lo que sí es, una novela que trata sobre el duelo. Nora, que es la protagonista de esta historia, acaba de perder a su madre, y parte de la historia trata sobre cómo se siente y comporta ella tras su muerte. Os voy a decir lo que no es: sutil, ni magistral, ni mucho menos, como he leído por ahí «una narración de las que enganchan».
La historia está explicada en tres tiempos. Por un lado está el pasado de Nora, sus estancias en Nueva York y su largo camino profesional hasta poder dedicarse a la comedia. Por otro lado está ella, en un escenario, explicando un monólogo, con más crítica social, que humor, porque lo que es risa, no provoca. Y por último, encontramos a la protagonista enfrentándose a la realidad: su madre ha fallecido. Los tres tiempos se entremezclan, no tiene linealidad. Por lo que tenemos una narración que varia entre la descripción pura y dura de su pasado; el supuesto humor de su monólogo y el drama del fallecimiento. Podría ser una buena combinación, pero es que la escritora, muy a mi pesar, solo tiene una voz digna de ser leída y es en la que se enfoca en el drama. No es graciosa en las partes que deberían ser graciosas, ni es suficientemente buena haciendo narraciones de hechos.
No me parece una historia reveladora, ni magnífica, ni se la recomendaría encarecidamente a nadie. Pero le reconozco ciertos méritos. La crítica social que hay en los capítulos de monólogos son interesantes. Como reflexiones están bien. Pero son relleno, no aportan nada a la historia de Nora. También tiene valor la complejidad de los personajes, tanto Nora como sus padres son bastante realistas y redondos. Se podría haber explotado más su personalidad, haber indagado más, haber dedicado más espacio a la trama principal de la historia. Pero claro, aquí viene una pregunta, o una crítica, no lo sé muy bien: cuál es la trama principal de la historia. Qué nos quiere contar Abella Cienfuegos. ¿La historia de una pérdida? ¿La dura vida de una cómica? ¿Quiere hacer una crítica social? En mi opinión, que es como toda opinión subjetiva, la autora tenía ideas sueltas, más o menos ácidas, que ella consideró revolucionarias, y las ha juntado todas, sin buscar una conexión real y sin reflexionar en la pregunta más importante: qué quiero contar.