Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. La propuesta surgió de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil. Fue apoyada por el Ministerio de cultura para conmemorar a la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en el 1992 a causa del conflicto balcánico.
Somos unos letraheridos y pasamos más tiempo en la biblioteca que en nuestra casa. De alguna manera le debemos algo a ese espacio tan mágico, así que hemos decidido contaros cinco beneficios de las bibliotecas. Con tanta argumentación, seguro que te quedas sin excusas para no ir.

1. Los libros
Vale, quizá esta es un poco evidente: hay muchísimos libros, una barbaridad de libros, no te los acabarás. Libros de géneros muy diversos, de autores conocidos y de autores que no los conocen ni en su casa. Puedes tomarte la libertad de experimentar, de leer obras que jamás te atreverías a comprar y, quien sabe, quizá se conviertan en las mejores lecturas de la semana, del mes, del año o de tu vida.
Además (atento que esto no lo sabe todo el mundo) puedes pedir el libro que te apetece leer, aunque no esté físicamente en la biblioteca. Algunas bibliotecas forman parte de redes bibliotecarias mucho más grandes, por lo tanto, pueden pedir libros a otras bibliotecas de la red. Te llamarán para avisarte de que ya está listo y podrás leerlo 🙂 Si el libro es muy nuevo y todavía no está en ninguno de los catálogos, puedes pedir que lo añadan. Si los bibliotecarios consideran que el libro es de interés, lo comprarán y tú podrás disfrutar de él de forma gratuita.
2. El silencio
Si vives en una ciudad seguro que te has encontrado en alguna de estas situaciones: a) tu vecino decide taladrar la pared justo cuando vas a ponerte a estudiar el examen más importante de la carrera, b) un bebé llorón amenaza con romperte el tímpano cuando te quedan tres páginas de libro para descubrir quién es el asesino, c) un montón de Harley- Davidson han decidido parar en el semáforo que hay justo debajo de tu balcón mientras escuchabas un podcast interesantísimo.
En la biblioteca eso no te pasará: es un espacio de paz, libre de vecinos manitas, bebés llorones y motoristas ruidosos. Puedes estudiar, leer, ver vídeos (con auriculares, por favor, con auriculares) sin que nadie te moleste.
3. El asesoramiento
A veces nos apetece leer, pero no sabemos exactamente qué. Está claro que puedes buscar por internet, hay muchísimas reseñas literarias colgadas en la red. Pero, ¿realmente encontrarías una novela apropiada? En las bibliotecas hay especialistas que pueden asesorarte para encontrar una obra adaptada a tus intereses. Encima, los bibliotecarios no se llevan comisión de ningún tipo en sus recomendaciones. Les da igual que te lleves el Premio Planeta o el Premio Librería de Bilbao. De hecho, si no te llevas ningún libro, tampoco tienen ninguna penalización. Van a recomendarte con amor y cariño, sin dinero de por medio.
4. Las salas de estudio
La mayoría de bibliotecas tienen salas de estudio, espacios donde puedes trabajar en equipo sin molestar a las personas que han ido a la biblioteca en busca de silencio. Son ideales porque así no tienes el problema de «en tu casa o en la mía». También, porque te ayudan a centrarte mucho más en la tarea. No hay distracciones y si necesitáis recursos físicos (libros) o digitales (internet) puedes recurrir a ellos sin desplazarte.
5. Actividades culturales
En todas las bibliotecas se realizan actividades culturales durante el año: cuentacuentos, presentaciones de libros o charlas. Y la mayoría de ellas son accesibles a todo el mundo y gratuitas.
¿Se te ocurre alguna otra ventaja de las bibliotecas? ¡Escríbenosla en comentarios!