Autora: Elena Medel
Comunidad autónoma: Andalucía
Título: Las maravillas
Género: Ficción
Año de publicación: 2020
Editorial: Anagrama
¿Primera publicación?: No es su primera publicación, pero sí la primera novela.
Lengua de redacción: Castellano
Lengua de lectura: Castellano
Nota: 8/10
¿El dinero da la felicidad? ¿O es solamente un empujón hacia ella? ¿Se puede vivir sin dinero? ¿Qué diferencia hay entre vivir y sobrevivir? Estas son algunas preguntas que una, aquí presente, se ha hecho durante la lectura de Las maravillas.
La historia está protagonizada por tres mujeres que pertenecen a la misma familia (abuela, María; madre, Carmen; y nieta, Alícia). Y está explicada a través de diferentes saltos temporales, de manera que conoceremos de primera mano el ambiente que se respiraba en la España postfranquista y en la actual. María nació en Córdoba, pero tras quedarse embarazada de un hombre casado se marcha a Madrid en busca de una vida mejor. El objetivo de María es recaudar dinero y poderse traer a su hija, Carmen, que por el momento cuidan sus hermanos: Soledad y Chico. Pero al final, el tiempo, la vida y las circunstancias la retienen en Madrid alejándola definitivamente de Carmen y de su pueblo natal. No llegará a conocer nunca a sus nietas y acabará por desconocer a su propia hija, pero el destino, las une de una forma u otra.
Lo interesante de esta novela, lejos de lo que pueda parecer, no es la trama. Sino la cantidad de metáforas que se encuentran tras ella. Elena Medel es poeta y se nota en su manera de coser las vidas de las protagonistas formando una buena red. La ambientación recibe un papel muy importante a lo largo de la obra: la España rural y la urbana, dos caras de una misma realidad. Por un lado, está Córdoba, representada por los dos hermanos de María: Soledad, a la que le acompaña la melancolía y Chico, que debe crecer antes de tiempo y renunciar a un futuro prometedor para conseguir dinero para la familia. Un mundo precario, el rural, de trabajos forzados y de vidas que se repiten. La urbe, en cambio, es vista como una oportunidad para el cambio y el progreso.
A pesar de las diferencias entre la ciudad de Madrid y Córdoba, las desigualdades sociales son patentes en ambos lugares. El desequilibrio de clase hace que María tenga las manos llenas de marcas y que no pueda reunir nunca suficiente dinero para traer a su hija con ella. También es la diferencia de clase, la que impide que Alicia pueda estudiar en la Universidad y tenga que conformarse con un trabajo que la hace infeliz y un marido por el que nunca ha sentido amor verdadero. El dinero y el poder son los dos motores que mueven a la sociedad, nos dice la autora de forma implícita, y cuando faltan no se vive, se sobrevive.
Aunque las clases sociales sean una realidad, María, que es en realidad, el núcleo de la historia, se esfuerza en tener privilegios que le hagan feliz: beberse una caña de vez en cuando, pagarse ella sola un piso de alquiler, comprarse de vez en cuando alguna prenda de ropa y asistir a una asociación de vecinos para discutir sobre determinados aspectos de la sociedad que hay que mejorar. El feminismo de las pequeñas cosas. El empoderamiento en la rutina, en el día a día y al alcance de nuestra mano. María no puede hacer que su hija huela a polvos de talco como los niños a los que cuida, tampoco podrá evitar las desgracias de su nieta, ni que los hombres no le permitan dar su opinión sobre todos los temas que le apetecen. Pero tiene el valor de ser dueña de sí misma y de su tiempo.
Los personajes están muy bien descritos. Tienen un buen recorrido a lo largo de la historia: sabemos cómo se sienten, comprendemos sus acciones y las reconocemos en una actitud, en un gesto o en un pensamiento. Todas, hemos sido alguna vez, María, Carmen y Alicia; o por lo menos conocemos a alguien que lo haya sido.
En definitiva, recomiendo su lectura. No solamente por la delicadeza y la concreción de la prosa de Elena Medel, sino por el alto contenido metafórico y la maravillosa descripción de la España de ayer y de hoy. Un país que, sin duda, ha dejado a las clases bajas y medias en el auténtico desamparo.