Autor: Nick Hornby
País: Reino Unido
Título: Alta fidelidad
Género: Novela. Ficción
Año de publicación: 1995 (año de la traducción: 2007)
Editorial: Anagrama
¿Primera publicación?: No
Lengua de redacción: Inglés
Lengua de lectura: Castellano
Nota: 8,5/10
Rob, el protagonista de esta novela, ha terminado convirtiéndose en el amigo con el que me apetecería conversar sobre temas filosóficos, sentada en una cafetería íntima de mi ciudad condal. Al principio, el pobre, treintañero, propietario de una tienda de discos sin éxito, con serios problemas de autoestima y cierta prepotencia, no os voy a engañar, me caía mal. Pero después, con el tiempo que requiere la lectura, el personaje va tomando unos tintes interesantes y acabas por comprender un poco su actitud, a empatizar con ella. En un determinado momento de la lectura, Rob hace una reflexión sobre la música pop, un estilo musical, a su parecer, triste. ¿Le gusta el pop porque él es una persona triste? ¿O está triste porque le gusta el pop y, de tanto escuchar sobre la pena, la acaba sintiendo?
Lo bonito de la lectura es que, a veces, encontramos en un párrafo, en una línea o una palabra una ventana para empezar a reflexionar. La pregunta de Rob, aparentemente inocente, sin importancia real dentro de la trama, me invitó a mí a pensar a propósito de los géneros literarios. Yo leo de todo, pero sin darme cuenta, escojo determinados géneros en función de la situación emocional que esté viviendo. Por ejemplo, Alta fidelidad lo cogí de la biblioteca porque sentía la necesidad de leer sobre amor. Así que terminé haciéndome a mí misma la pregunta, aunque en el fondo me la había hecho mi queridísimo amigo Rob, y sí, creo que si el pop es un estilo triste, la gente que escucha pop lo hace, en parte, porque necesita escuchar algo triste. O bien porque lo está, o bien porque necesita la catarsis que produce escuchar letras tristes. Lo mismo con la literatura, con el arte…
¿Por qué el fracaso es lo primero que se me ocurre cuando me encuentro en situaciones como ésta? ¿Por qué no me limito a disfrutar? Si uno tiene que hacer la pregunta a la fuerza, entonces sabe bien que está perdido: la falta de espontaneidad es el peor enemigo del hombre.
Alta fidelidad, Nick Horby (2007:140)
A nivel formal, la obra está escrita en primera persona por Rob. Su voz narrativa, que es muy particular, crea esta sensación de «amistad», de acercamiento con el lector, que comentaba al principio. En mi opinión es el punto fuerte de la obra. La trama en sí, no tiene mucha dificultad: un chico, sin éxito, un poco amargado de la vida, con miedo al compromiso, que trata de recuperar, de manera más o menos desesperada, a su expareja. La riqueza en este caso, no es tanto qué pasa, si no cómo se explica.
La novela es de fácil lectura. Los capítulos son ágiles, la trama transcurre de manera rápida. El autor se limita a explicarnos lo necesario para que podamos comprender la actitud de cada uno de los personajes que aparecen, pero no se excede en pormenores. Aun así reconozco que, en algunos capítulos, he tenido que saltarme frases enteras. Rob es un apasionado de la música y parte de sus reflexiones van acompañadas de una serie de títulos de canciones, de nombres de compositores, de nombres de artistas en general, que no conozco y que a mí, como inculta musical que soy, no me decían nada. Entiendo que la novela, teniendo nociones básicas de cultura musical, se disfruta de otra manera.
Nick Hornby, qué descubrimiento para arrancar el año. Estoy pensando hasta en atreverme con la versión cinematográfica…
¿Quién es Nick Hornby?

Nick Hornby (1957, Surrey) es profesor de literatura inglesa. Está licenciado en Cambridge. Ha colaborado como periodista en publicaciones como The Sunday Times, The Independent y como crítico de música para The New Yorker. Ha publicado varias obras. Con Fiebre en las gradas ganó el premio William Hill Sports Book of the Year en el año 1992.