Autor: Màxim Huerta
Comunidad autónoma: Valenciana
Género: Romántica
Año de publicación: 2018
Editorial: Espasa
¿Primera publicación?: No.
Lengua de redacción: Castellano
Lengua de lectura: Castellano
Nota: 5/10
Me he leído Firmamento porque lo ha escrito Màxim Huerta, no me escondo. Para mí siempre había sido un periodista del corazón, pero desde hace un tiempo pasó a ser en mi imaginario de personajes públicos: el ministro más breve de la historia de España. Cuando salió por la televisión que iba a dimitir por una estafa a Hacienda, pensé: cómo debe escribir un ministro de cultura. No preguntéis la relación entre los dos conceptos: hacienda y calidad literaria. Porque mi asociación fue: ministro de cultura y calidad literaria. Me dije a mí misma: ¿te imaginas a un ministro de cultura escribiendo mierda? Vaya despropósito. Y supe que me lo leería, lo que no sabía era cuándo, ni por qué novela empezaría.
Empiezo respondiendo la pregunta que me hice en su momento: ¿escribe mal el exministro? No, no escribe mal. Su prosa es sencilla, estándar, correcta. ¿Es una maravilla? Pues tampoco. Peca de simplona y tiene un vocabulario muy limitado. Este hecho, permite que la lectura sea muy accesible, apta para todos los lectores, incluidos los ocasionales; o los que solo leen cuando esperan en la consulta del médico.
La trama, en cambio, sí que me ha sorprendido, y para bien. La obra está escrita en tres partes. En la primera parte, conocemos de manera más o menos superficial la vida de Mario y de Ana; dos adultos que se encuentran en un momento complicado de su vida y que coinciden en un hotel de Mallorca. En la segunda parte, Mario y Ana se envían correos electrónicos. En ese momento, descubrimos el tipo de relación que existe entre ambos personajes y comprendemos con mayor claridad la primera parte de la novela. La tercera y última parte, es el cierre de la historia, un final que Mario escribe con el objetivo de cerrar una etapa de su vida y, también, su primera novela firmada.
La metaliteratura me gusta: utilizar la literatura para hablar de literatura me parece casi mágico. Y en Firmamento, la trama principal es la relación amorosa e imposible de Mario y Ana, pero también lo es la historia literaria que se forma gracias al encuentro de una única noche. Gracias a la figura de Mario podemos ver cómo se forja la imaginación del escritor: a base de vida; de conversaciones propias y ajenas; de personas; de gestos; de miradas. Un instante puede convertirse en un bestseller si quien maneja las teclas tiene la maestría suficiente.
El gran PERO de la novela, en mi opinión, es el trasfondo motivador y de autoayuda. No era necesario, la historia no pide frases al más estilo Paulo Coelho; ni párrafos pseudopoéticos o reflexivos. También, me parece totalmente innecesario que de manera constante se haga referencia al firmamento y a las estrellas. Es evidente que el título de la novela debe tener relación con el contenido, pero no es necesario que el firmamento esté en la habitación, en la noche, en el mar, en la espalda, en el suelo… Repetir los elementos importantes, aquellos que dan sentido a la obra, es un buen recurso para crear cohesión. Ahora bien, en exceso, queda forzado y la lectura se ralentiza.
En conclusión: la escritura de Màxim Huerta es sencilla y accesible. Los temas que trata son amables, con ese punto filosófico-poético que tan de moda está (qué daño a hecho Eloy Moreno). Además, añade un poquito de originalidad, en Firmamento, por ejemplo, decide jugar al despiste creando un Mario y una Ana personajes de una historia con final; y un Mario y una Ana reales con un final incierto y abierto. Entiendo que se venda, porque tiene la dosis perfecta de todos los ingredientes necesarios para triunfar. Pero, en mi opinión, no destaca por su calidad literaria.