Autor: Daniel Hernández Chambers
Comunidad autónoma: Canarias
Título: Huellas de carbón
Género: Juvenil / Ficción
Año de publicación: 2021
Editorial: Edelvives
¿Primera publicación?: No
Lengua de redacción: Castellano
Lengua de lectura: Castellano
Nota: 5.5/10
La historia nunca se me ha dado demasiado bien, por no decir, que siempre se me ha dado bastante mal. Para compensar mi falta de conocimiento, de tanto en tanto, rebusco entre las estanterías de la biblioteca novelas de ficción que traten sobre algún tema histórico. En eso andaba, cuando me encontré con Huellas de carbón.
Huellas de carbón es una novela juvenil que trata sobre la Segunda Guerra Mundial. El abuelo de la protagonista está a punto de morir y decide entregarle un diario que guarda desde hace más de sesenta años. El diario pertenecía a un joven llamado Adler, que explica sus experiencias tras la derrota de Alemania con Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
El abuelo Arkasha me ha convertido en heredera y guardiana de dos recuerdos que no eran suyos pero que ha protegido como auténticos tesoros.
Huellas de carbón, daniel hernández chambers (2021: 13)
El recurso me parece interesante: Adler es una voz inocente que narra como su pueblo, antes lleno de vida, se convierte en una acumulación de escombros, polvo y miseria. Ayuda a reflexionar sobre los estragos de la guerra o, por lo menos, esa fue mi primera sensación. A medida que han ido pasando los días, le he encontrado un parecido muy claro a otra novela. ¿No os parece que el autor ha hecho un Anna Frank desde la perspectiva contraria? Porque si no os lo parece, ya os lo explico yo, ha hecho exactamente lo mismo pero desde la perspectiva de un niño alemán. En ningún momento justifica el comportamiento nazi, de hecho, en algunas partes de la novela se posiciona (tímidamente) en contra. Pero también es cierto que enfatiza en el dolor de los alemanes tras la derrota y no habla de por qué detonó la guerra: porque Alemania era un país fascista que había llegado ya a invadir Polonia. Quien habla es un joven y, se puede entender, que peca de inocencia, pero no estaría de más mencionar un asuntillo: los alemanes llevaban unos años matando a judíos en campos de concentración.
Dejando de lado mi comentario, que tiene que ver más con mi personalidad sensiblera que con mi papel como reseñista, la novela no está mal. El ritmo es bueno, las descripciones de los ambientes son bastante visuales y la historia es interesante. El problema es que el autor, al empezar la obra, se ha metido en un berenjenal del que no sabe cómo salir. El tema es complejo de abordar y la trama pide mucha acción. La acción, claro está, necesita desarrollo y un despliegue de subtramas bastante importante. Para evitarse el mal trago hace un Deux ex machina y lo ventila todo con una conversación. ¿Para qué narrar toda la historia si podemos preguntarle a alguien qué pasó y que nos lo resuma cómodamente en dos párrafos?
En definitiva, es una obra agridulce. Un sí, pero no. Te la recomiendo, pero lo justo. Me ha gustado, pero también me ha producido resquemor en el pecho. Posiblemente lo olvide todo en un par de semanas.
¿Quién es Daniel Hernández Chambers?

Daniel Hernández Chambers nació en Tenerife en el año 1972, aunque pocos años después se mudó a Alicante. Es licenciado en Literatura Inglesa y compagina su trabajo como escritor con la traducción.
Ha sido premiado en numerosas ocasiones. En el año 2012, por ejemplo, ganó el Premio Juvenil Everest con su obra Un fragmento de noche en un frasco. Y en el 2016, el Premio Ala Delta de Literatura Infantil con El secreto de Enola.